Cruiser dedica un reportaje de cuatro páginas a ego andaluz y al universo que vive en su estudio

Cuando Haymo Empl, de la revista Cruiser, bajó las escaleras de mi estudio en Zúrich, pensé que venía para una entrevista rápida: un café, un par de preguntas, quizá alguna foto. Nada más. Pero el ambiente cambió en cuanto cruzó la puerta. Lo que debía ser un encuentro breve terminó convirtiéndose en un reportaje de cuatro páginas, una mirada íntima a mi obra y a los cuerpos que tallo.

artista gay ego andaluz y sus linograbados

Atelier 147 está escondido bajo la calle, casi como un pequeño secreto. Desde fuera no promete gran cosa, pero al entrar se entiende todo. El silencio, la luz quieta, el olor de la tinta que se mezcla con las virutas del linóleo. Es mi refugio. Aquí nace mi arte homoerótico, entre capas de serigrafía y cortes precisos que permiten a los cuerpos queer ocupar el espacio que tantas veces se les negó.

Haymo llegó con una curiosidad tranquila, que no invade pero observa. Enseguida notó la fisicalidad de mi proceso: la presión del cuerpo al imprimir, la paciencia de trabajar color por color, la decisión de un corte que no tiene vuelta atrás. Y también notó algo que para mí es fundamental. Mi forma de mirar el cuerpo viene de mis raíces españolas y portuguesas —mitad fuego andaluz, mitad melancolía del Alentejo, y todo filtrado por haber crecido en Suiza.

ego andaluz en su estudio

Hablamos de mis series —Greek Statues, Spotlight Studies, Locker Room Crush— y de cómo cada una de ellas es una manera distinta de contar el deseo. Y entonces salió un tema que casi nunca comparto: que tuve dos salidas del armario, una personal, como hombre gay, y otra como artista. Durante años guardé mis dibujos y grabados como si fueran demasiado íntimos para mostrarlos. Hasta que entendí que el arte también necesita aire y diálogo.

El reportaje de Cruiser captó esa parte de mi historia con una claridad que me sorprendió. No sólo describió mi técnica; entendió la emoción que hay detrás.

Cuando la entrevista terminó, tuve la sensación de que alguien había visto no sólo mis obras, sino el pulso que late debajo de ellas. Y ese tipo de mirada, cuando llega, se queda. Puedes leer el artículo completo (en alemán) aquí.

Sobre Cruiser:

Cruiser es la revista queer más veterana y respetada de Suiza. Desde los años 80 ha documentado vida, cultura y luchas LGBTQ+, dando espacio a artistas y voces que a menudo quedan fuera de los medios tradicionales.

Aparecer en sus páginas no es sólo visibilidad: es formar parte de una comunidad que cuida, sostiene y da voz a quienes contamos nuestras historias desde los márgenes. www.cruisermagazin.ch